Me recuerda Cris que hace 8 años desde la publicación de este poema en la antología “Una nueva melancolía”, de Ediciones en Huida. Lo traigo de vuelta para recordarlo. Cada metáfora fue una profecía.
Carmen
Tengo en la punta de la lengua una pregunta;
si sólo pudiera pronunciarla sabría la respuesta.
Es duda y conocimiento, miedo y paz, onda y partícula, luz y cuerpo;
una caja cerrada que guarda su única llave.
Miro atrás y sólo ahora sé que tantas cosas ocurrieron no para que ella, sino porque ella;
ella, que ha hecho del tiempo su juguete con dulzura inmisericorde,
como un bellísimo desorden que anuncia el terremoto,
tierra mojada hoy por la lluvia de mañana:
ella es la causa que sigue a todas las consecuencias.
Sé de ella las cosas importantes:
reirá como un pájaro, como una brisa, como un arroyo;
cantará al pasear sin darse cuenta;
verá luz donde otros sólo arden;
será feliz; lo demás lo ignoro.
Nada quiero más que oírte, mi preguntarespuesta,
pero qué dulce imaginarte, escribir estas líneas sentado aquí junto a tu hueco.
Como un jugador de béisbol intentando atrapar una estrella fugaz,
no puedo más que seguir corriendo, seguir corriendo,
cerrar los ojos
y abrir las manos.
Soy como un dios débil y asustado
segundos antes del Big Bang
esperando
que se haga